Terapia Gestalt – Infancia y adolescencia
Las aplicaciones terapéuticas a la práctica infanto-juvenil derivan de su iniciadora y principal exponente, Violet Oaklander, quien retomó los supuestos de la Gestalt y desarrolló un modelo de terapia dirigido al desarrollo saludable del niño, al funcionamiento armónico de sus sentidos, cuerpo, emociones e inteligencia.
El niño sano ejercita su cuerpo y sentidos para utilizarlos con habilidad; aprende a expresar sus sentimientos con congruencia, desarrolla su intelecto rápidamente y descubre el lenguaje como un medio para expresar sus sentimientos, necesidades, pensamientos e ideas. Por ello, nuestro objetivo es que el niño aprenda a utilizar todos sus sentidos, primero para sobrevivir y después para aprender acerca de su mundo.
Desde esta perspectiva, la salud se logra a través del desarrollo holístico constante y armónico de los sentidos, cuerpo, emociones e intelecto. Así, el niño confía en él y en su fuerza interior que lo lleva a la autorrealización y a adquirir un sentido de ser en el mundo (Oaklander, 1978).